Guía del trabajador flexible galáctico

Muchas veces me encuentro explicando, en un ambiente social – ya que profesionalmente lo hago todo el tiempo – los beneficios del trabajo flexible y lo extraordinario de tener la capacidad de decidir el mejor momento y el mejor lugar para realizar mi trabajo. Por supuesto procuro siempre «aderezar»la conversación con ciertas ideas acerca de cómo las oficinas deben cambiar para adaptarse a esta nueva realidad.

Las reacciones son variadas, en muchos casos la reacción es de sorpresa, algo así como: «qué pedazo de vago debes ser para no tener un horario»… bueno, entiendo que es una reacción que normalmente viene de gente que piensa que uno debe pasarse una media de 10-12 horas al día para ser responsable, o para considerarse un profesional serio… de esos que no tienen vida personal y ven a sus hijos un rato el fin de semana. Pero otras veces – cada vez más, gracias a dios – la reacción es de mucha curiosidad… incluso de: «pero que suerte tienes, yo quisiera tener algo parecido, pero en mi empresa es imposible…»

– no es imposible, cualquier empresa puede adoptar un modelo de trabajo flexible – replico, y siempre, inevitablemente, me preguntan:

«¿Y cómo puedo hacer para que mi empresa decida hacerlo?»

Bueno… fácil no es, principalmente porque la adopción de modelos flexibles es una decisión de compañía que implica el compromiso de muchas áreas de la empresa, comenzando por la dirección general, pasando por RRHH, seguridad, Tecnología (IT),etc. Pero es posible «sembrar» algunas ideas si lo que queremos es convertirnos en trabajadores flexibles.

En primer lugar hay una serie de preguntas que debes hacer a tu jefe – mucho mejor si puedes llegar directamente al director de RRHH – y su respuesta seguramente ta va a terminar dando la razón con respecto al trabajo flexible:

¿Cuándo es que realmente necesitas a tu equipo en la oficina? – Seguramente la primera respuesta será: «todo el tiempo»… no te desanimes, insiste, y seguramente se dará cuenta que hay muy pocos momentos en que todos tienen que estar juntos.

¿Serían las personas más productivas trabajando si tuvieran mayor control de su tiempo?… bueno, reconozco que esta pregunta tiene «truco»… para muchas personas existen ciertas «obligaciones» personales (llevar a los niños al colegio, ir al médico, recoger al abuelo, pasar por el banco a hacer un pago…) que no pueden compatibilizar con su trabajo… en los casos que conozco porque «no me dan permiso». Me resulta absolutamente increíble que un adulto diga semejante cosa.

Vamos a ser realistas: Las personas que cumplen un horario no están «trabajando» todo el tiempo. La realidad es muy diferente, a veces tenemos días de mucha actividad, en que quisiéramos tener más horas disponibles… y otros… pues no tanto. Ayer una persona me comentaba que se había pasado casi 3 horas de la mañana mirando las caras de sus compañeras de trabajo porque no tenían nada que hacer. Absurdo, ¿verdad?

Quiero ser un trabajador flexible

En fin, ya hemos «sembrado la semilla» de la idea en nuestra organización… ahora viene la otra parte, que es prepararnos para convertirnos en verdaderos trabajadores flexibles!… aquí tienes algunas recomendaciones que pueden funcionar:

  • Aprende a decir que no a tu jefe – cuando te encuentres en una situación de: «hay que venir el fin de semana» o «hay que quedarse trabajando por la noche»… pues aprende a decir que no. No va a pasar nada, nadie pierde su trabajo por algo así. Al contrario, yo estoy convencido que a uno lo respetan más cuando dice: «disculpa, pero mi tiempo con mi familia no está disponible para la empresa»… ahora, a partir de este momento, puedes hablarle a tu jefe del trabajo flexible como herramienta para incrementar la productividad y evitar la acumulación de trabajo.
  • Lugar de trabajo adecuado en casa – Vamos a ver, aquellas imágenes de personas trabajando con una lap-top desparramados en el sofá de su casa… pues no funciona así. Para trabajar hay que tener un espacio adecuado, una buena silla y un mínimo equipo informático (monitor, teclado). Trabajar en la mesa del comedor, en la cama o en el sofá se puede hacer por momentos, pero a la larga nuestra espalda sufrirá las consecuencias. Si no contamos con estos requerimientos mínimos en casa… pues lamento decirte que tendrás que buscar otras opciones.
  • Cierra la puerta – Si cumples con los requisitos anteriores, hay que añadir uno más… uno muy importante: que el espacio donde trabajes tenga una puerta o al menos alguna forma de aislarse del resto de la casa… aunque depende de cada persona, los gritos de los niños, el timbre del teléfono o los ladridos del perro no siempre son buenos compañeros. La música ayuda.
  • Trabajar es trabajar – Es decir, olvídate de hacer otra cosa. Si crees que es posible trabajar y cuidar al niño que se ha quedado porque estaba enfermo… lamento decirte que no se puede. Tampoco se puede trabajar cocinando, planchando la ropa o conversando con los vecinos… si vamos a trabajar las otras actividades están descartadas. Cuando me ha tocado quedarme en casa cuidando a mis hijos, he dejado de trabajar, me quedo con los niños, y luego, en otro momento, regreso a trabajar y recuperar el tiempo.
  • Identifica la cafetería, business centre, biblioteca, centro cultural, etc., que cuente con conexión inalámbrica y quede cerca de tu casa – Esto es, en caso que no tengas el lugar adecuado en casa. No seas tímido, sal a la calle y busca un lugar apropiado… seguramente te vas a sorprender y vas a encontrar una buena alternativa que te permita no hacer el viaje hasta la oficina todos los días y no destruir tu zona lumbar en el comedor de tu casa.
  • Organízate – Al principio puede parecer muy fácil… pero trabajar remotamente requiere tener mucha disciplina. Hay que saber organizar el tiempo y tener muy claro que uno está trabajando. No tiene nada de malo tomarse un rato, unas horas o incluso una mañana para hacer otras cosas, siempre que tengamos nuestros objetivos claros y seamos conscientes que seremos capaces de cumplir con ellos.
  • Aprende a desconectar – Tener el trabajo en casa – especialmente para los que trabajamos con personas en diferentes zonas horarias – es una tentación constante… muchos ya sufren las consecuencias del smartphone, pero hay que aprender a dejar de lado el trabajo… ya que de lo contrario no disfrutarás de las ventajas del trabajo flexible.
  • No dejes de ir a la oficina – Incluso si descubres que puedes trabajar mucho mejor, que eres más productivo y crees que el contacto humano es algo secundario en tu vida… no dejes de venir a la oficina. De hecho si eres parte de una organización, es importante «estar» presente y ser parte de la misma. Yo recomiendo, incluso si tu nivel de movilidad es muy alto, que trates de estar en la oficina al menos una vez a la semana. Para que los demás no se olviden de cómo eras…

1 comentario en “Guía del trabajador flexible galáctico

  1. La necesidad me ha empujado al trabajo en casa, y puedo confirmar la mayor parte de tus apreciaciones.
    El trabajo en casa requiere de responsabilidad, una cualidad que cada vez será mas demandada. Y efectivamente hay que vencer la tentación de cierto aislamiento.
    Considero que el punto crítico está en las corporaciones y nuevas estructuras profesionales que se desarrollen, y en la conveniencia de superar la etapa medieval corporativa, de jefes que buscan maximizar el número y lealtad de sus subalternos.
    Un saludo

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